jueves, 8 de noviembre de 2012

Educar gatos fácilmente





Los gatos se comunican en gran parte mediante el olfato. Pero la comunicación entre el gato y las personas es muy distinta, porque la información fluye solamente en un sentido. Nuestro olfato, como mucho, detectará un “mal olor” (principalmente orina y excrementos) pero no será capaz de entrar en detalle, mientras que cuando el gato olfatea y saluda a su amo es capaz de enterarse de todo lo que ha hecho.

Imaginemos un caso normal y corriente. Una persona llega a casa y su gato sale a recibirle a la puerta con la cola levantada y maullando de felicidad. Pero antes que el minino se frote contra la pierna de su gran amigo, le olfatea brévemente el zapato. 
¡Un momento! ¿Será posible? Éste acaba de pisar una marca olorosa del gato del vecino. Debe estar justo delante de la puerta de la casa. Más tarde tengo que ir sin falta a investigarlo”. 
O bien: “Curioso. No huele a su coche como siempre, sino a algo distinto. ¡Aquí hay algo que no encaja! Esperemos que al menos sepa comportarse con normalidad”.

Ahora la persona se agacha hacia su gato para corresponderle el saludo acariciándolo cariñosamente. Éste ronronea de gusto, pero al cabo de un instante empieza a hacer ondular la cola de un lado a otro. “¡No es posible! ¡Hace poco ha acariciado un perro!”. El gato se siente muy ofendido y se aparta un poco. Su dueño se sorprende: “¡Vaya! ¿Qué le pasa hoy a mi lindo gatito?”.

Más o menos así es como nuestros pequeños felinos perciben una infinidad de detalles que a nosotros nos pasan totalmente desapercibidos.

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